El olmo escocés, también denominado hamamelis, es una planta que sirve como remedio medicinal contra las principales dolencias y enfermedades de la piel. Es beneficioso tenerlo cerca para solucionar las afecciones diarias ante las que podemos encontrarnos.
Principales usos del olmo escocés en cosmética
El olmo escocés se puede encontrar en herboristerías en forma de agua. Es la conocida agua de olmo escocés, presentada en botellas y cuya aplicación de realiza directamente sobre la piel afectada, sin necesidad de disolución. También se encuentran diferentes tipos de cremas y lociones realizadas a partir del agua de olmo escocés.
El olmo escocés como solución contra el acné
El acné es una de las enfermedades cutáneas más complicadas de tratar, sus efectos duran mucho tiempo, el tratamiento es duro para quienes lo sufren y provoca inseguridad en los pacientes que ven modificado el aspecto de su piel, con espinillas, poros y rojeces. La solución está en tratar con agua de olmo escocés las irritaciones causadas por el acné. Eliminará las rojeces y ayudará a cerrar los poros. Además, este tratamiento evitará que permanezcan las manchas en la piel una vez eliminado por completo el acné.
Más remedios naturales para acabar con el acné
Ojeras y bolsas en los ojos
Las propiedades antiinflamatorias que posee el hamamelis hacen que se descongestionen las bolsas que por cansancio o edad aparecen bajo los ojos, así como ayuda a atenuar las ojeras, esas manchas oscuras que aparecen bajo los ojos también.
Curación de quemaduras
Tanto para las quemaduras que pueden provocar los objetos calientes (planchas, horno...) como las que provoca el sol por una exposición continuada se pueden aliviar con agua de olmo escocés. Disminuirá la sensación de calor, el tono de la piel y evitaremos que ésta caiga.
Picaduras de insectos
El agua de olmo escocés alivia las picaduras causadas por los insectos. Masajeando la zona afectada conseguiremos aliviar la incómoda picazón que produce.
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Olmo escocés como antiinflamatorio
El olmo escocés actúa como un antiinflamatorio natural, masajeando aquellas zonas que se vean afectadas por hematomas o por varices varias veces al día. Disminuye el dolor y también los efectos visibles como la hinchazón o las zonas moradas. Debido a su efecto antiinflamatorio también es beneficioso para tratar hemorroides, ya que disminuye su picor y sangrado.
El olmo escocés como limpiador facial
El olmo escocés trabaja como gran limpiador de la piel cuando queremos desinfectar las manos y también para retirar las impurezas, espinillas y poros que aparecen durante el acné. Pero también se puede emplear sin necesidad de sufrir esta dolencia, como tónico limpiador de la piel diario. De esta forma evitaremos la formación de poros y mantendremos la piel siempre con buen aspecto, con brillo y luminosa. Es un paso previo al maquillaje perfecto para alargar su duración.
Olmo escocés para bebés
Debido al roce de los pañales, los sarpullidos que les aparecen en la piel y las rojeces de los pliegues de brazos, piernas y cuello, los bebés sufren durante algunos meses afecciones en la piel, que se pueden aliviar con una pequeña dosis de agua de olmo escocés.
Mascarilla de olmo escocés para la piel grasa
El olmo escocés se puede emplear de forma casera para realizar algunas mascarillas y tratamientos, tan solo empleando elementos naturales. Sus resultados son visibles casi de inmediato. Para realizar una mascarilla para pieles grasas deberemos mezclar 50 gramos de agua de olmo escocés con la misma cantidad de agua de rosas, una cucharada de miel y una de limón. Cuando hayamos disuelto la miel con el resto de ingredientes la aplicaremos sobre el rostro durante 20 minutos para posteriormente retirar con abundante agua templada. Esto ayudará a regular la grasa de la piel y evitar los incómodos brillos que produce.