Las arcillas naturales han sido utilizadas desde siempre para realizar diferentes ungüentos que servían para múltiples usos, tanto terapéuticos como medicinales, alimenticios o de otros tipos. Es por ello que en la actualidad podemos encontrar las diferentes arcillas a la venta para emplearlas directamente en nuestras pieles. Pero no es necesario utilizar estas arcillas, sino que podemos crearlas de forma totalmente natural y sus beneficios serán mucho superiores.
La arcilla blanca como tratamiento para la psoriasis
En la actualidad son muchas las personas que sufren diferentes afecciones en la piel. Se trata de afecciones en las que aparecen rojeces y otras supuraciones en cualquier parte del cuerpo que suelen transcurrir con picores. En el caso de la dermatitis, aparece ocasionalmente produciendo picor y rojeces y es posible eliminarla por completo, mientras que en caso de la psoriasis, lo único que podemos hacer es atenuar sus síntomas, ya que se trata de una enfermedad crónica, que también suele transcurrir con muchos picores y eczemas que aparecen frecuentemente en las zonas afectadas. Realizar cataplasmas de arcilla blanca para mejorar la sintomatología de estas enfermedades y dolencias de la piel mejorará su estado y ayudará a que desaparezcan más rápidamente.
Limpiar la piel y exfoliarla con arcilla natural
Cuando nos ponemos una mascarilla de arcilla estamos mejorando muchos aspectos de nuestra piel, entre ellos, estamos ayudando a eliminar todas las impurezas que se encuentran en las capas más internas de esta, además de remover la suciedad cuando estamos disolviéndola, y posteriormente la dejamos mucho más suave y con un aspecto más rejuvenecido y vital. Esto es por las propiedades naturales que contiene la arcilla, que son necesarias para conseguir un buen aspecto y una buena salud en la piel.
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La arcilla verde y sus propiedades desinfectantes
Nos hemos planteado en muchas ocasiones que, cuando queremos limpiar la piel, una herida, el cabello o cualquier superficie, la mejor opción son los productos totalmente naturales, como puede ser el caso de la arcilla verde. Aplicarla sobre zonas que se encuentran supurando o directamente sobre las pieles que sufren de espinillas y acné nos hará que desaparezca rápidamente esta suciedad de modo que tarde en volver a aparecer, sirviendo más como tratamiento que como limpiador. En el caso de las pieles acneicas es necesario realizar frecuentemente mascarillas de arcilla verde para notar cómo mejora su aspecto rápidamente.
La arcilla como regenerador
Otra de las propiedades de la larga lista que contiene la arcilla es la regeneradora. Cuando hemos sufrido una quemadura, una herida o una operación por la que nos ha quedado cicactriz, la mejor opción es realizar ungüentos de arcilla. El motivo es que la arcilla contiene muchos minerales que nos ayudan a que la piel se regenere más rápidamente, viendo como empieza a mejorar su aspecto y vuelve a tener el mismo que anteriormente.
La arcilla también es un antiinflamatorio
En casos en que nos hayamos dado un golpe o suframos una inflamación en alguna parte del cuerpo, haremos rápidamente una cataplasma con arcilla y aceite de almendras, por ejemplo, y la aplicaremos sobre la piel de la zona afectada. Además de rebajar la inflamación también nos ayudará a que el dolor desaparezca de una forma mucho más rápida. Esta es una de las propiedades más extendidas de la arcilla y por las que conviene tenerla siempre a mano.
No siempre conocemos aquello que los productos de la naturaleza pueden hacer por nosotros, y solemos quedarnos con las utilidades más básicas, mientras que, si nos informamos, sabremos que un producto como la arcilla tiene muchas bondades que ofrecernos y de las que podemos aprovecharnos diariamente.
