La salud de nuestro cuero cabelludo es fundamental para mantener tu pelo y tu piel sana. En el caso del cuero cabelludo nos interesa evitar y eliminar la caspa, la grasa y la sequedad ya que todo lo que le afecta queda luego reflejado en la salud de nuestro cabello. A menudo solemos guiarnos por la publicidad o por consejos de amistades y familiares y caemos en productos cargados de productos químicos o que no se adecuan nada a las necesidades reales de nuestro cuero cabelludo y nuestro cabello.
Un cuidado ideal para nuestro cabello y nuestro cuero cabelludo comienza por consultar con un especialista que nos recomiende un tratamiento capilar adecuado y llevar una dieta rica en vitamina y minerales. Si quieres saber cómo cuidar tu cuero cabelludo de forma natural, en este artículo te ofrecemos una serie de consejos para conseguir una piel y un cabello perfecto.
Consejos para un cuero cabelludo sano
Entonces, ¿qué cuidados debes seguir para tener un cuero cabelludo sano? Toma nota de los siguientes consejos para tener un cuero cabelludo perfecto en todo momento:
1. Procura tener el cabello limpio
Un cuidado natural del cuero cabelludo comienza por lavar el cabello de forma correcta para evitar que se acumulen las impurezas y la suciedad. Esta capa de residuos acaba tapando los poros e impidiendo que los folículos pilosos se nutran. Esta falta de limpieza terminará por afectar al cabello, haciéndolo más débil y quebradizo.
2. Lávate el cabello cada tres o cuatro días
La limpieza ha de tener una frecuencia moderada, aconsejándose lavar el pelo cada tres o cuatro días y procurando utilizar un champú casero o de ingredientes naturales, sin parabenos ni sulfatos y otros productos irritantes. Opta siempre por champús elaborados con productos naturales como la miel, el germen de trigo, el aguacate o la avena, entre otros.
3. Date un masaje al lavarte el pelo
Aprovecha a darte un masaje en el cuero cabelludo cada vez que te laves el pelo. Estos masajes son muy aconsejables para conseguir estimular la circulación sanguínea, la oxigenación de la piel, eliminar la suciedad que se haya adherido a la raíz y que la piel vaya generando más nutrientes esenciales. El masaje ha de realizarse con la yema de los dedos, sin utilizar las uñas ya que puedes dañar tu cuero cabelludo y hacerte heridas.
4. Utiliza mascarillas para potenciar la belleza de tu pelo
Las mascarillas caseras para el pelo no sólo nutrirán tu cabello, también ayudarán al cuidado de tu cuero cabelludo. Los especialistas recomiendan aplicar una mascarilla una vez a la semana y elegir también siempre mascarillas elaboradas a partir de productos naturales, sin parabenos ni sulfatos u otros productos químicos que puedan dañar nuestro cabello y nuestro cuero cabelludo con el uso continuado. Las mascarillas de áloe vera, de miel, aguacate, yema de huevo o yogur, entre otras, serán ideales para nutrirlos e hidratarlos.
5. Cambia de dieta
Lo que comas afectará a la salud y la belleza de tu cabello y tu cuero cabelludo. Así que, si no comes muy sano, fumas o bebes, mejor cambia de dieta y hábitos. Para ello debes incluir vegetales, algas, pescado, zumos, frutas y frutos secos como las nueces y las almendras. Pide consejo a tu médico o nutricionista antes de cambiar tu alimentación.
6. Ten cuidado cuando tomes el sol
La exposición al sol en exceso y sin protección dañará tu cuero cabelludo y tu cabello. El cuero cabelludo, al igual que el resto de la piel, también puede quemarse, mientras que el cabello se resecará y se volverá más quebradizo y débil. Por ello es importante usar sombreros y pañuelos para cubrir nuestro cabello mientras tomamos el sol, darnos protección solar para el cabello si tenemos calvas o poco cabello y recurrir a sencillos remedios como aplicar aceites de protección solar o un poco de mascarilla repartida por todo el pelo antes de ponernos al sol.
7. Utiliza siempre productos capilares de calidad
Los tintes, acondicionadores, mascarillas y champús deben ser siempre de calidad y sin parabenos ni sulfatos. Asimismo, ten también cuidado con la temperatura del secador y el uso continuado de planchas y rizadores de pelo.
