Cómo preparar tu propio spa de belleza y relax en casa

Spa en casa

Nada mejor que un spa para relajarnos y olvidarnos del estrés diario y lograr traer cierta paz interior a nuestra vida. Una tranquilidad que se irá viendo reflejada en nuestro rostro, recuperando esa belleza natural que buscamos. El único obstáculo para este tipo de planes es la falta de tiempo y/o el alto precio que puede legar a alcanzar pasar varios días en un spa, además del coste y duración de los tratamientos. Si este es tu caso, no desesperes, siempre puedes intentar organizarte en casa y preparar un spa en tu casa.

En este artículo te damos una serie de ideas sobre cómo preparar tu propio spa de belleza y relax en casa y conseguir esos beneficios sin salir, sin gastar y poniendo a prueba nuestra capacidad de saber crear pequeños paraísos. ¡Un lujo en tu casa para los cuidados naturales de tu piel!

Claves para preparar un spa casero

Si preparamos un spa en casa tenemos que tener en cuenta que es aconsejable disponer de un cuarto de baño con una bañera en la que poder tomar nuestros baños relajantes, además de hacernos con aceites esenciales que se adecuen a nuestras necesidades de relax y belleza, un jabón líquido y sales. Unas de las sales más recomendadas son las sales de magnesio por la gran variedad de beneficios que aportan, entre ellos ayudar a bajar peso, deshincharnos, relajar y hacer que disminuyan los dolores musculares y articulares. La sal marina también es interesante por el yodo que aporta y sus propiedades para sanar y mejorar el estado de la piel.

Otros objetos que necesitarás para preparar tu propio spa son toallas suaves y grandes con las que poder envolvernos, un albornoz, velas aromáticas o una lámpara de sal del Himalaya y música especial para relajarse y desconectar.


  1. Preparar el cuarto de baño para convertirlo en un espacio más acogedor, íntimo y relajante. Debemos pasar de la luz habitual a una luz más tenue y cálida como la que nos proporcionará una lámpara de sal del Himalaya o la de unas velas.
  2. La música será otro de los factores que ayudarán a crear ese espacio tranquilo y único. Una música que siempre debemos poner a un volumen bajo, siendo también importante conseguir una temperatura agradable. También debemos evitar llevarnos al baño el teléfono móvil o cualquier otro objeto que no favorezca que desconectemos de nuestras obligaciones y rutinas diarias.
  3. Prepara un baño a una temperatura suave, ni fría ni demasiado caliente, y con unas gotas de aceites esenciales y algo de jabón espumoso.
  4. Añade unas sales de baño, de magnesio o sal marina, para conseguir relajarte, recargarte de energía y aportar belleza a tu piel. Entre los aceites esenciales que podemos incorporar a nuestro baño se encuentran aceites relajantes como el de la lavanda o la manzanilla, antidepresivos como el de limón, mandarina o naranja, rejuvenecedores como el de rosas o el de geranios, sensuales como el de jazmín o el de rosa y, energizantes como el de canela o la bergamota.
  5. Exfolia la piel de forma natural con un exfoliante casero, elaborado con ingredientes naturales como la sal marina o el aceite de coco.
  6. Date una ducha fría para mejorar nuestra circulación, dar firmeza a la piel y evitar las bajadas de tensión.

Una vez que nos hayamos secado procederemos a tumbarnos y relajarnos mientras nos tomamos una infusión o un zumo detox de frutas y verduras. Toda una rutina de belleza y relax en casa que nos hará sentirnos mejor en nuestra piel y favorecerá que nos relajemos y afrontemos mejor nuestra vida diaria.

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