No es extraño que vayan saliendo imperfecciones en la piel de nuestro rostro como producto de una mala alimentación, malos hábitos de sueño, falta de limpieza en la cara o usar cosméticos que no se adecuan a nuestro tipo de piel. Además, nuestra piel puede tener una tendencia natural a padecer acné al ser pieles grasas o mixtas o a descamarse al ser una piel sensible. A ello se suma que mantenemos una serie de prácticas que, contrariamente a lo que pensamos, contribuyen a empeorar aún más el estado de nuestro piel.
Los falsos mitos y la desinformación no solucionan para nada nuestros problemas de piel. Es por ello importante corregir nuestras rutinas a la hora de cuidar las imperfecciones en la cara y tener siempre presentes los 7 errores que no debes cometer. ¡Aprende a cuidarte!
Lo que no debes hacer para cuidar las imperfecciones faciales
Si bien hay situaciones que actúan el empeoramiento del estado de tu piel y hacen aparecer espinillas, granos y puntos negros, otros hábitos no son realmente recomendables. Los estudios dermatológicos han dejado constancia que la depresión, la ansiedad, el estrés y la baja autoestima influyen de manera directa en la aparición de este tipo de imperfecciones en nuestra piel. Entre los errores más comunes a la hora de cuidar la piel se destacan:
1. Explotarse las espinillas
Esta es una práctica muy común entre los jóvenes y no tan jóvenes. La ansiedad por ver la piel limpia y eliminar cuanto antes granos y espinillas llega a muchas personas a explotarlos. Una costumbre con la que solo se consigue es romper la piel, inflamarla, dañarla y provocar cicatrices de acné que dejarán nuestro rostro lleno de marcas que no desaparecerán nunca o tendrán que eliminarse o disimularse mediante tratamiento dermatológico.
2. Tocarse los granos
Otro error frecuente en el cuidado de las imperfecciones faciales es tocarse las zonas con granos o espinillas de forma constante por picores o por sentir tiranteces. Al rascándose o tocándose la cara, aunque sea de forma involuntaria, al final no haremos más que empeorar el estado de nuestro acné y hacer que se propaguen más por zonas limpias.
3. Tomar el sol si se tiene un brote de acné
La cultura popular recomienda ponerse al sol para que granos y espinillas se sequen y puedan eliminarse de forma más sencilla. Sin embargo, el sol solo dará color a tu piel, provocando por otro lado una mayor producción de grasa y obstruyendo más los poros.
4. No darse crema hidratante si tu pieles grasa
Se suele pensar que las cremas hidratantes aportan aún más grasa a las pieles grasas o pieles mixtas, si bien todas las piel precisan hidratarse y, especialmente, las grasas. Si no nos hidratamos padeceremos descamaciones y deshidrataciones que empeorarán la apariencia de nuestra piel. Para ello deberemos hidratar la piel de nuestro rostro con cremas de textura ligera, matificantes y seborreguladoras.
5. Pensar que el acné es solo un problema de juventud
El acné afecta a un gran número de personas y cada vez más a adultos, especialmente mujeres adultas. Si tienes más de 30 años y sigues padeciendo este problema, será interesante que acudas al dermatólogo para que te procure un tratamiento eficaz.
6. No acudir a profesionales que te procuren un tratamiento completo
Probar los tratamientos cosméticos que te recomienden tus amistades o familiares o los que más se publiciten puede ser una práctica poco conveniente. Lo mejor es acudir a dermatólogos que hagan un estudio de tu piel y, adecuándose a sus necesidades, te procuren un tratamiento eficaz y personalizado.
7. Maquillarse con cualquier producto
Por mucho que te lo recomienden, los productos de maquillaje convencionales no servirán para tu piel si padeces acné o cualquier otra imperfección. Para maquillarte debes recurrir a productos con protección solar y productos no comedogénicos, además de agua termal y maquillajes especiales que cubran bien esas marcas o manchas que pueda haber en tu rostro.