Lo natural y el do it yourself están de moda, y pocas cosas escapan a esta tendencia. Los protectores solares no sin ninguna excepción, y cada vez son más las personas que deciden preparar en casa su protector solar natural, un protector libre de productos químicos que nos protegen del sol pero que muchas veces también dañan nuestra piel, especialmente las más sensibles. Los aceites son la base de estos protectores solares naturales, que nos protegerán de la radiación solar si los utilizamos como los protectores convencionales, pero hay más ingredientes.
Protector solar natural casero: qué necesito
Ya hemos dicho que los aceites serán la base del protector solar que vamos a preparar, pero con la gran cantidad de aceites naturales que tenemos a nuestra disposición hay que saber seleccionar.
- El aceite de semilla de frambuesa es el mejor protector de todos, con un factor de protección solar (FPS) entre 30 y 50.
- No se queda muy lejos el aceite de semilla de zanahoria, un aceite esencial con un FPS de 30.
- Por su parte, el aceite de germen de trigo, rico en vitamina E, tiene un FPS de 20.
Sin embargo, la base de nuestro protector solar casero serán dos cucharadas de una mezcla de aceites, entre los que podemos utilizar los de sésamo, coco, cáñamo, aguacate, soja o cacahuete, que tienen un FPS entre 4 y 100. Puedes combinar los aceites que quieras, o los que tengas a mano. Además de estas dos cucharadas, utilizaremos una cucharadita de aceite de germen de trigo y, si quieres reforzar la protección, unas 30 gotas de aceite de semilla de frambuesa o zanahoria.
Otro de los ingredientes que hará que el protector solar tenga un FPS mayor o menor será el óxido de zinc. Deberías utilizar, como mínimo, dos cucharadas de este producto en el protector aunque si tomamos como base que cada cucharada equivale a un factor de protección 10 puedes calcular la cantidad que utilizarás según el tipo de piel que tengas o la protección que quieras conseguir. Por último, necesitarás 30 gramos de manteca. En este caso la manteca de karité es la que tiene un FPS superior, pero la de cacao o la de mango también nos valen. Como en los aceites, puedes elegir un tipo o combinarlas.
Finalmente, necesitarás 30 gramos de cera de abeja. Es un ingrediente necesario para hacer que el protector sea impermeable y puedas bañarte sin miedo a las quemaduras solares. Eso sí, conviene volver a aplicarse el protector de vez en cuando si pasas muchas horas seguidas al sol. Muchos de estos ingredientes, como los aceites o la cera de abeja, se pueden comprar en herboristería; y si no los encuentras o no te acaban de convencer puedes sustituirlos por otros de similares características que tengas a mano.
Ahora que ya conoces los ingredientes naturales, antes de avanzar al siguiente paso, asegúrate de que tienes en casa una mascarilla y un dispensador, en el que pondremos el protector solar una vez lo tengas hecho. La mascarilla es para el óxido de zinc, un producto que puede resultar tóxico si trabajamos con él sin protección. Su uso por vía tópica es 100% seguro, pero a la hora de manejarlo conviene utilizar la mascarilla.
Cómo preparar un protector solar natural
Lo primero será derretir al baño maría los aceites no esenciales, la manteca y la cera de abeja. Deja que se enfríe un poco y añade el aceite de germen de trigo, los aceites esenciales y el óxido de zinc, removiendo hasta que el óxido de zinc esté completamente disuelto. Una vez conseguida la mezcla, la verteremos en el dispensador, y tendremos un protector similar al de las barras de crema. Ya solo queda esperar unas 10 o 12 horas a que se enfríe, y tendrás preparado el protector solar.
