Si tienes una piel sensible, ya sabes que puede reaccionar en cualquier momento y ante cualquier factor sin que puedas tener muy claro cuál es el factor desencadenante de todo el proceso. Una piel reactiva tiene que cuidarse mucho para que cuando nos dé un ataque, éste no sea tan devastador y podamos hacerle frente con nuestra piel bien hidratada, nutrida y resistente.
Además, otra de las medidas de protección y cuidado de las pieles sensibles es no emplear productos agresivos para la limpieza facial o la higiene y decidirnos por productos suaves, hipoalergénicos y adecuados para este tipo de pieles, siendo también interesante optar por la cosmética ecológica y la vegana, sin ningún tipo de química. Si necesitas cuidar tu piel y no tienes a mano cosméticos naturales, siempre puedes contar con estos 7 remedios caseros para cuidar la piel sensible. ¡Apunta estos sencillo trucos y protege tu piel!
¿Qué es una piel sensible?
Se considera piel sensible a aquella que reacciona de una forma excesiva ante factores internos y externos, siendo muy importante mantenerla bien hidratada y procurando evitar su exposición a factores agresivos. Las pieles sensibles suelen enrojecerse e irritarse fácilmente, siendo habitual que este tipo de pieles padezcan problemas como la dermatitis, la psoriasis, la rosácea o el acné, entre otras afecciones. Entre los factores de los que debes proteger tu piel se destaca el calor, el sol, el viento, los ambientes excesivamente secos provocados por la calefacción o el aire acondicionado, además de la exposición a productos químicos o a sustancias irritantes, el uso de cosméticos o cremas no adecuados, además de los cambios hormonales, el envejecimiento o una alimentación inadecuada.
El mejor cuidado natural para las pieles sensibles
En este artículo te ofrecemos remedios y trucos para conseguir que tu piel descanse, se fortalezca y sea más resistente a los factores externos e internos. Entre los remedios más efectivos para los cuidados naturales de la piel sensible se destacan:
1. Procura dormir y estar relajado
El estrés es uno de esos factores que puede desencadenar un ataque o que se irrite aún más, siendo la falta de sueño otra de esas circunstancias que pueden agravar el aspecto y el estado de tu piel sensible. Dormir 8 horas seguidas al día, hacer ejercicios de relajación, tomar un baño relajante o regalarnos una sesión de spa son algunas de las pautas a seguir para que tu piel se mantenga sana y sin ningún tipo de ataques.
2. No utilices cualquier cosmético
Procura revisar siempre las etiquetas de todos los cosméticos que utilices o vayas a adquirir y rechaza aquellos que puedan contener tóxicos o ingredientes agresivos que puedan provocar alergias o reacciones. Algunas fragancias son especialmente irritantes, siendo ideales los jabones, geles y champús hipoalergénicos.
3. Procura renovar tus cosméticos cada cierto tiempo
No dejes que tus cosméticos caduquen y reemplázalos cada cierto tiempo. También debes procurar que no se contaminen con suciedad u otros productos que los alteren, además de evitar los colores fuertes, más irritantes, y optar siempre por los tonos más suaves. No se recomienda el uso de maquillaje resistente al agua.
4. Evita manipular sustancias irritantes
Las sustancias irritantes resecan la piel, llegando incluso a irritarla, dar picores, escozor e incluso lesiones. Si tu piel es sensible, debes evitar el uso de este tipo de sustancias o productos irritantes o agresivos y hacer la limpieza diaria del hogar o de tu ropa con productos suaves y específicos para pieles sensibles.
5. Cuida siempre tu alimentación
Si tu piel se irrita debes intentar no tomar alcohol, picantes, alimentos procesados, colorantes artificiales, así como los lácteos y otros productos que puedan provocar que tu piel se irrite. Las frutas y verduras frescas ricas en vitaminas A y C son ideales para reforzar tu piel y hacerla más resistente a los ataques.
6. Protege tu piel del sol y de otros factores externos
El sol, el frío, la humedad o el calor son factores que pueden acentuar la irritación de tu piel. Por ello, es importante apliques una crema natural para proteger tu piel del sol todos los días, indiferentemente de que sea invierno o verano, y apuestes por una mascarilla nocturna facial para reparar tu piel mientras duermes.
7. Aplícate mascarillas elaboradas a base de productos naturales
Con las mascarillas mantendrás tu piel nutrida e hidratada, siendo ideales las mascarillas de zanahoria y aguacate o miel, de yogur y avena y la de huevo y almendras.
