5 usos cosméticos de los hidrolatos o aguas florales

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Los hidrolatos, más conocidos como aguas florales, son el resultado del proceso de destilación a través de vapor del aceite esencial de una determinada planta. A la hora de adquirir este tipo de productos es importante leer adecuadamente las etiquetas ya que en ocasiones son simplemente agua a la que se le han añadido diferentes compuestos químicos, tales como conservantes o colorantes. Los hidrolatos tienen una gran selección de usos cosméticos, tanto para la piel como para el cabello.

Las aguas florales de calidad tienen un amplio abanico de usos en el ámbito de la cosmética natural. Proporcionan elementos muy saludables para la piel, al mismo tiempo que evitan introducir en el cuerpo sustancias químicas que pueden causar daños en el medio y largo plazo.

¿Cómo se obtienen los hidrolatos o aguas florales?

En la gran mayoría de los casos se sigue lo que se conoce como proceso de destilación para obtener los aceites esenciales. Para ello, se introduce en el interior de un alambique la parte de la planta de la que se obtiene el aceite esencial junto con una determinada cantidad de agua. Así, cuando se calienta, el vapor de agua arrastra el aceite esencial.

Debido al peso molecular entre el agua y el aceite, ese último queda arriba. Pues bien, ese agua restante del proceso de destilación son los hidrolatos. Tienen exactamente las mismas propiedades que el aceite esencial, pero menos concentradas.

¿Cómo usar las aguas florales en los tratamientos de belleza?

Los aceites esenciales son concentraciones muy fuertes de la esencia de una determinada planta. En la gran mayoría de los casos no se pueden aplicar directamente en la piel ya que causarían un efecto muy negativo sobre ella. No obstante, los hidrolatos sí se pueden utilizar sobre la piel ya que su concentración de los principios activos de la planta es notablemente menor.


Las aguas florales tienen un amplio abanico de usos en el ámbito de la cosmética, los cuales merece la pena conocer.

  1. Tónico facial: uno de los usos más extendidos de este producto natural es como tónico casero facial para eliminar todas las impurezas acumuladas en la piel. Se aplica antes de la crema hidratante y deja el rostro completamente limpio y con una gran sensación de frescura.
  2. Remedio anticaspa: las aguas florales también se utilizan para combatir la caspa del cabello. Es uno de los tratamientos capilares naturales más populares en la actualidad, tanto entre adultos como entre niños. Evita la descamación y cuida los folículos pilosos en profundidad.
  3. Regular la producción de grasa: los hidrolatos son una solución natural estupenda para regular la producción de sebo tanto en la piel como en el cabello. Determinadas aguas florales como la de lavanda o manzanilla ofrecen muy buenos resultados en pieles grasas para eliminar los antiestéticos brillos y granitos. También son recomendables para los cabellos grasos.
  4. Acción calmante: otro de los usos cosméticos de las aguas florales tiene que ver con las pieles sensibles. Las de jazmín y rosa tienen grandes propiedades calmantes, por lo que funcionan muy bien para aliviar las irritaciones propias de este tipo de pieles.
  5. Desodorante casero: esta es una de las aplicaciones más interesantes de los hidrolatos. Y es que, los desodorantes sintéticos contienen ingredientes químico que no son nada saludables. Algunas de las aguas florales más recomendadas por su aroma son la de jazmín, tomillo, rosas y neroli.

Teniendo en cuenta cuáles son los usos cosméticos de los hidrolatos o aguas florales, lo mejor es optar por aquellos productos ecológicos cuyo recipiente tenga un difusor. De este modo resulta más sencillo vaporizar el contenido de manera directa y cómoda.

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