Podemos encontrar una amplia variedad de aceites esenciales, todos ellos extraídos de productos naturales como flores, plantas, frutos... Todos ellos tienen diferentes propiedades y beneficios para distintos usos cosméticos, entre los que encontramos ayudar a la piel a que se mantenga en mejor estado o a aliviar las diferentes dolencias que tiene cada tipo de piel. Y es que, no todas las pieles tienen las mismas necesidades, por lo tanto no todos los aceites sirven para todas, sino que tienen una finalidad específica.
Un aceite vegetal para cada tipo de piel
Existen las pieles jóvenes, las pieles maduras, aquellas que están empezando a cuidarse, las que necesitan hidratación, las que padecen acné...por ello, y como no todas tienen las mismas necesidades, no se puede unificar el uso de aceites.
Aceite de argán
Este aceite, utilizado tanto en cosmética como para el cabello, es la solución perfecta para aquellas pieles maduras que necesitan parar el efecto que los años han causado sobre ellas, y también la oxidación de la misma. El aceite de argán ayuda, por lo tanto, a lograr un aspecto más fresco y recuperar también la elasticidad que la piel va perdiendo con los años.
Aceite de rosa mosqueta
Es el aceite regenerador por excelencia. Por eso, el aceite de rosa de mosqueta es el tratamiento perfecto para tratar las estrías, las cicatrices, las manchas y las marcas que dejan enfermedades como el acné sobre la piel.
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Aceite puro de jojoba
Ayuda a regular aquellas pieles grasas que tienen un exceso de sebo o que están afectadas por acné. Ayuda a prevenir y reducir los indeseados brillos sobre la piel ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes que previenen la deshidratación de la piel aportando luminosidad sin brillos y por ello, mayor elasticidad en los tejidos.
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Aceite de coco
Este aceite es válido tanto para tratar la piel como el cabello. El aceite de coco es un aliado para aquellos cabellos y pieles que tienen tendencia a la sequedad, ya que les aporta la hidratación necesaria. No es recomendable, por lo tanto, para aquellos cabellos y pieles grasos.
Aceite de almendras dulces
El aceite de almendras se utiliza como base de muchos aceites esenciales para diluir sus efectos y no resulten nocivas. Pero utilizado de forma aislada, este aceite se emplea en todo tipo de pieles, sobre todo en aquellas especialmente delicadas que sufren dermatitis, pieles atópicas, psoriasis, quemaduras... ya que las alivia, las hidrata y acelera su curación.
Aceite de germen de trigo
Recomendado especialmente para aquellas pieles maduras o con arrugas, también pieles muy expuestas a fenómenos meteorológicos extremos: sol, viento, frío...aportándoles mayor hidratación y regenerando aquellas zonas especialmente afectadas.
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Precauciones con los aceites vegetales
Los aceites vegetales tienen propiedades beneficiosas para la piel, pero también debemos tener en cuenta ciertas indicaciones para evitar que tengan un efecto adverso.
- Es conveniente utilizarlos mientras vayamos a permanecer en casa o durante horas en las que no nos de el sol directamente, ya que si nos aplicamos el aceite sobre la piel y nos exponemos a radiaciones solares, podrá desencadenar en manchas o incluso quemaduras.
- En caso de tener alergias a diferentes componentes, es conveniente informarse sobre los aceites que no los contengan para no sufrir alteraciones.
- No ingerir estos aceites y evitar que tengan contacto directo con los ojos, así como dejarlos lejos del alcance de los niños.
- Es conveniente guardarlos en un frasco de cristal al que no le llegue directamente la luz del sol, por ello es recomendable que sea oscuro. Guardarlo en un lugar fresco pero sin humedad. También es importante evitar que esté mucho tiempo abierto.
